Nuevos Papeles de Vasares han ingresado en las colecciones del Museo Etnográfico.
Proceden de una empresa de Cartagena. Eloina, posiblemente de la décadas de 1940-1950.
¿Quieres saber su historia?
En los vasares de las despensas, en las lejas de las
taquillas y aparadores de las cocinas y comedores, en las
repisas de los caramanchones de las chimeneas, en las tablas de los armarios, se puso de moda desde el XIX
adornarlos con los denominados papeles
y tapetes de vasares.
Los Papeles de Vasares eran tiras de papel de unas
dimensiones aproximadas entre 60 cm. de
largo por 15 de ancho, que embellecían
el frontal de los vasares de obra o madera, dándole a su vez una
superficie más higiénica a la vajilla
que allí se colocaba. “La variedad en
colores y dibujos convirtiendo la cocina en una fiesta callejera a lo cual se
presta lo económico del importe de la docena de papeles, 20 céntimos de peseta,
y las dimensiones de cada sección medio metro aproximadamente.” La Monarquía.1890. Se
solían vender en papelerías y paqueterías. La colección del Museo Etnográfico
de Terque procede en su mayoría de los antiguos Almacenes Segura de Almería.
Su uso se
remonta a las últimas décadas del XIX. En 1874,
ya los encontramos anunciados “papeles
picados de diferentes colores propios para adornar estantes, vasares etc…” En 1890, el periódico La
Monarquía
afirmaba “Artículo que
no solo se ha hecho necesario, sino de moda.” Al parecer su origen fue la capital de España
“Constituye una industria
genuinamente madrileña extendida a las provincias y cuyo uso les era
absolutamente desconocido hasta hace pocos años, ampliando el mercado, su
fabricación ha adquirido una gran importancia y ha exigido mejorar los
procedimientos industriales.” ABC.
Febrero 1908.
En un principio se hizo popular reutilizar los periódicos para adornar los
vasares “Papeles en un principio fueron periódicos no ilustrados. Luego
periódicos ilustrados…” La
Monarquía.1890. “Suplicó al señorito que le cortase unos
papeles con destino a los vasares, según el modelo que acaban de publicar los
periódicos.”El Correo
Militar 1894.
Algunos de
estos papeles reutilizados los recuerda Paqui Muñoz (Almócita, 1960) y como los
preparaba su bisabuela, la “Mamita”. “Las
hojas de los calendarios los iba
doblando en muchos dobleces y con unas tijeras
los cortaba en recortes
sucesivos, consiguiendo al
desdoblarlo, unas bonitas tiras con cenefas geométricas festoneadas”.
El director de El Globo en una carta al director de correos en 1878,
acusaba a los carteros de quedarse con los ejemplares de muchos
suscriptores y señalaba “esos papeles
sirven para adornar los vasares de casa.” Esta
costumbre se fue imponiendo, hasta ser aprovechada por la industria “Y por
ultimó un artista acreditado en cometas, aleluyas y romances explotó el
negocio, proporcionándose un nuevo emolumento.” La Monarquía.1890. Una de estas industrias madrileñas fue la Casa Lencina “De
los primeros productos de esta industria
eran unos papeles con diversos dibujos picados a mano y con tijeras, después y
como primer adelanto, se empleó para picarlos un sacabocados de acero… y en
vista de la rapidez con que se generalizaba su uso, hizo construir un troquel
de su invención.” ABC. Febrero
1908
Con los años la industria fue mejorándolo, empleando en
su estampación toda clase de colores y dibujos. “En la fábrica de papel de vasares La Estrella… encontraran un numeroso surtido
de papeles lisos de todos los colores iluminados, estampados, picados. Hay un
bonito surtido de dibujos.” El
Liberal. 1890. Esa misma fábrica pedía unos años antes “Hacen falta en la fábrica de papel pintado
para vasares titulada la Estrella niños y niñas de diez a diez y seis años.”
Las ilustraciones
se fueron haciendo de lo más variado “A los
lados de la chimenea había largos vasares y estos estaban revestidos de papeles
con viñetas de corridas de toros y asaltos de bandoleros.” La Ilustración Española. 1886. Composiciones
geométricas que simulaban azulejos o
tela de manteles, flores, frutas, vegetales, animales, motivos
infantiles, paisajes o menaje de cocina.
La Monarquía en 1890, describía
una gran variedad de dibujos: segadoras, bailarinas, santos, paisajes como el
de la reciente inaugurada Torre Eiffel o las pirámides de Egipto. También temas
históricos como la Heroína de Zaragoza,
toreros o artistas de la época. “Papel
pintado y recortado para cubrir los vasares de la cocina representando a Cara ancha o Gayarre.” La Ilustración Española 1883.
Un artículo humorístico hablaba de la preocupación de
las criadas por cambiar periódicamente los papeles “las limpias y las que no lo son cambian con
frecuencia los papeles. Las primeras siguiendo las veleidades de la moda, las
segundas las del aceite. Y ¡ay! de la señora que trate de poner coto al abuso.
Entonces la sucia será ella. Ella será la que por la miseria de 20 céntimos
consiente que la cocina este hecha una leonera.” La Monarquía.1890.
Los papeles
convivieron con tapetes o tiras de tela en los vasares. La Moda Elegante decía en 1892, “En los vasares de la cocina se suelen poner
tiras de tela blanca festoneadas y con algún dibujo en color.” En 1902,
ofrecía el patrón para realizar una “banda
festoneada de tela de algodón, adornada con objetos de cocina bordados a punto
de litografía. Se corta de 13 cm. de ancho y sirven para adornar vasares o
tablas de armario.”
Se recomendaba “El ancho y la longitud dependen de los
vasares para que se destinan, contando que deben de quedar colgantes de 15 a 20
centímetros, que es donde se hace el friso de figuras, bien bordadas a punto de
cadeneta, a punto de zurcido, a punto de cruz, etc o pintadas con colores
lavables a la garua o al pulverizador. Los colores empleados en el bordado
deben ser chillones para dar alegría a la cocina.” Blanco
y Negro. 1926
En 1928, la
revista Labores del Hogar, hablaba que eran frecuentes “los paños de lienzo cuadriculado o con
puntilla de crochet”, y proponía a sus lectoras una muestra con
bordados sencillos de peces, guindillas y setas a punto de cadeneta.
Blanco y Negro en 1926, en el artículo titulado “Tapetes para vasares” calificaba a los papeles de los vasares
como, anticuados y poco higiénicos, “se
desecharon ya hace tiempo los papeles pintados y recortados… relegándolos para
el uso de los pueblos, en donde con mayor dificultad que en las ciudades van
entrando las invenciones del arte decorativo, y lo que es peor, los adelantos
de la higiene.” Se buscaban
telas que fueran lavables, para que siempre
que estuvieran limpias.
Los motivos decorativos bordados en estos tapetes
incluían desde viandas a menaje de
cocina, combinándolos o transfigurándolo en figuras humanas. Se buscaban que fueran alegres y
desenfadados. Blanco y Negro. proponía figuras caricaturescas de “cazos, cuchillos, sartenes o con
hortalizas y frutas, hechos hombres por virtud del arte.” En 1931, La Voz, insiste “ de trecho en trecho y siempre por la parte
que quede colgando se dibujan figuras más o menos grotescas pero siempre en
relación a la cocina.”
Otro material
conocido desde finales del XIX y usado para adornar los vasares fueron los
hules, material de tela pintada y
barnizada por uno de sus lados, que tenía la ventaja de su impermeabilidad y
fácil limpieza.